Mujeres y Enfermedades Reumatológicas: ¿Por qué son más Frecuentes?
- Dra. Luciana Gil

- 2 nov
- 2 Min. de lectura

Las enfermedades reumatológicas afectan la vida diaria y generan mucho más dolor, limitación y discapacidad en mujeres que en hombres. Conocer las causas y los factores detrás de esta diferencia nos ayuda a prevenir, detectar y tratar estas afecciones a tiempo, tomando decisiones informadas para cuidar la salud.
¿Cuáles son las enfermedades reumatológicas más frecuentes en mujeres?
En Perú y en el mundo, la artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico y la fibromialgia se presentan mayoritariamente en mujeres. Estudios estiman que por cada 6 mujeres con artritis reumatoide hay solo 1 varón afectado. En el caso del lupus, 9 de cada 10 pacientes son mujeres jóvenes en edad fértil; la fibromialgia puede afectar hasta 20 mujeres por cada hombre.
¿Por qué las mujeres tienen más riesgo?
Esta tendencia se debe principalmente a dos factores:
1. Genética y hormonas:
Las mujeres tienen diferencias inmunológicas (defensas) y hormonales, especialmente relacionadas con el estrógeno, que pueden activar el sistema inmunológico y favorecer una respuesta exagerada, aumentando el riesgo de enfermedades autoinmunes y reumáticas.
2. Factores sociales y género:
Las mujeres suelen asumir más tareas de cuidado de la familia, lo que puede retrasar el diagnóstico o el tiempo para consultar al médico y acceder al tratamiento. Además, muchos síntomas pueden ser subestimados o confundidos con estrés, ansiedad o depresión. Esta falta de reconocimiento agrava el impacto y la discapacidad.
3. Mayor exposición a factores ambientales:
Algunas enfermedades reumáticas se desencadenan por factores externos o infecciones, y las mujeres pueden ser más sensibles o enfrentar más situaciones de riesgo debido a sus roles familiares o laborales.
Impacto de las enfermedades reumatológicas en mujeres en Perú
La artritis reumatoide y el lupus no solo producen dolor, fatiga o lesiones articulares: afectan la capacidad para trabajar, cuidar a los hijos y disfrutar de una vida social activa, generando un alto costo emocional y económico en la familia y la sociedad.
Los tratamientos avanzados permiten mejorar la calidad de vida y la autonomía, pero la clave está en detectarlas de forma temprana, especialmente en mujeres jóvenes o adultas que presenten síntomas como dolor, hinchazón en articulaciones, rigidez matutina, fiebre o fatiga persistente.
Conclusión
Reconocer el mayor riesgo ayuda a priorizar el autocuidado y la consulta temprana. ¡No normalices el dolor ni la limitación por “ser mujer”! Diagnóstico precoz, tratamiento oportuno y acompañamiento son la base para vivir plenamente y sin miedo.
¿Sientes dolor, hinchazón o fatiga persistente? Agenda tu consulta hoy, resuelve tus dudas y recibe atención profesional. Tu salud y bienestar son prioridad: estar informada y actuar a tiempo lo cambia todo.
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